La psicología Infantil es una disciplina apasionante. No basta con tener conocimientos. Un psicólogo infantil debe comprender la manera en la que los niños entienden su mundo y saber comunicarse con ellos.
Son habituales las conductas desafiantes, los miedos, los problemas para socializar, las rabietas , y también cualquier problema que un adulto pueda tener, pero en versión infantil.
Los niños son como esponjas, aunque muchos de sus problemas no son procesados conscientemente, por lo que van guardando en su interior estructuras de desarrollo afectivo, que en etapas siguientes se van convirtiendo en parte de su personalidad.
Eventos como el nacimiento de un hermano, la separación de los padres, mudanzas y cambios de colegio, pueden llegar a afectar a un niño, si bien es probable que sus conductas problemáticas no se relacionen aparentemente con las situaciones que ocurrren en su entorno. Además, cada niño o niña es diferente, con lo que una buena intervención deberá tener en cuenta muchos factores.